En modo de supervivencia

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Cuando estás en estrés piensas en el mismo problema una y otra y otra vez. Las hormonas del estrés aumentan nuestros sentidos para que nos volvamos materialistas; cuanto más alterados nos sentimos por la respuesta al estrés o por la reacción emocional de alguna amenaza o peligro, más enfocamos nuestra atención a esa causa, objeto o persona. Con el tiempo te permites engancharte e inclusive, perder tu enfoque de lo que, en algún momento, soñabas, anhelabas o tenías como objetivo.

Cuando vives en modo emergencia, no puedes controlar tus emociones. Sientes que todo te amenaza, todo va en contra de ti, que todo lo malo te pasa. No ves la solución a muchas cosas que pasan en tu vida. Allí debes analizar que no es el momento de crear, no es el momento de abrir tu corazón, no es momento de aprender algo nuevo, no es momento de quedarse tranquilo y de reflexionar, porque tienes encendido el gen de supervivencia. No es el momento de quedarte quieto, porque si no te convertirás en presa.

Hay muchas personas adictas a las hormonas del estrés, y lo más importante siempre será para ellos lo que pasa en el exterior―: el dinero, las relaciones, el empleo, la política, entre otras. Fijan su atención en todo lo material y, peor aún, en la escasez. Siempre se mantienen en situaciones conocidas, repitiendo patrones y experiencias similares anteriormente vividas, porque lo desconocido es un lugar aterrador.

Con el paso del tiempo, cambias tu atención de una persona a un problema, a otra persona o a otro problema, a otra cosa, a otro lugar. Si te observas, te darás cuenta que sigues pensando en el mismo problema una y otra vez. Esto es debido a las hormonas del estrés que causan que tu cerebro funcione de manera incoherente, ya que no hay un equilibrio entre ambos hemisferios cerebrales.

Las personas siempre seleccionan el peor de los casos en su mente y se preparan para lo peor. ¿Por qué es eso? Porque en supervivencia siempre te preparas para lo peor, y con ese pensamiento tienes más posibilidades de sobrevivir. Recuerda que estamos hablando de sobrevivir, no de saber vivir.

Si no sabes cómo regular o detener esa reacción emocional y mantienes esa reacción durante horas o días, es lo que se llama estado de ánimo, pero si es por meses se llama temperamento. Si se mantiene esa misma reacción durante años, se define como los rasgos de personalidad y todas esas emociones son definidas por experiencias del pasado.

El estrés es cuando el cerebro y el cuerpo se desequilibran, y esto puede ocasionar diversos daños. En algunos casos pueden presionar los botones genéticos y crear enfermedades, este es el momento en el que debes preguntarte―: ¿Hay alguien o algo por lo que valga la pena vivir en ese estado?

Si las personas viven en ese estrés crónico, están consumiendo de manera excesiva la energía invisible que rodea su cuerpo, llamada energía del campo cuántico, y al mismo tiempo están tratando de hacer cambios en su entorno, pero todo lo que intente crear en su vida les llevará tiempo. No les será tan fácil obtener lo que desean, ya que están en un total desequilibrio energético.

Si las hormonas del estrés crean incoherencia en el cerebro, así como incoherencia en el corazón, entonces debes quitar la atención de tu cuerpo, de las personas de tu entorno, dejar de prestar atención a las cosas que posees como tus deudas, tu celular, tu coche, tu casa, tu empleo, tus objetos personales, las redes sociales y, sobretodo, al tiempo.

Permítete redirigir toda tu atención y tu energía fuera de la realidad que vives, notarás que comienza a cambiar tu estado cerebral, lo que te permitirá cambiar a un nuevo enfoque. Sentirás la emoción para volver a fijar tus objetivos y deseos, activarás la confianza de obtenerlos y a partir de allí tendrás presente que donde fijas tu enfoque, fijas la energía, comprobando que puedes lograr diferentes resultados en tu vida.

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