
Con las meditaciones de sanación que hacía cada día sentía que en mi interior tenía más paz, me amaba más a mí misma. A través de este trabajo con Marvilán he descubierto muchas cosas, he descubierto que tenía fuerza, que soy valiente. Ha sido muy importante para mí.
Lydia convivió con la enfermedad de Crohn desde el año 2000, enfrentando cirugías y la extirpación de parte de su intestino. Aunque logró controlarla durante 19 años manteniendo una actitud positiva y practicando danza, un cambio de entorno y el predominio de emociones negativas como el enfado provocaron un nuevo brote que la llevó nuevamente al quirófano. Fue en ese momento de crisis, desde el hospital, donde descubrió las herramientas de Marvilán a través de YouTube.
Lydia es un ejemplo de que es posible alcanzar resultados profundos utilizando el material gratuito del canal y las terapias personalizadas. Su proceso se basó en un estudio diario y disciplinado que incluía la terapia del espejo, la reprogramación mental y meditaciones de sanación. Lydia incorporó estas prácticas a su rutina diaria, utilizando una libreta para trabajar en su interior y empleando las afirmaciones como una guía fundamental para su vida.
A través de este método, aprendió a amarse, perdonarse y soltar el control sobre las situaciones que antes le causaban ira. Descubrió que su salud física dependía directamente de su estado emocional; mientras que la infelicidad bajaba sus defensas, el amor propio y la paz interior fortalecían su cuerpo.
Hoy, Lydia celebra cinco años de remisión completa, con pruebas médicas normales y una ausencia total de dolor. Su transformación ha sido tal que incluso ha podido afrontar el duelo por la pérdida de su padre con fortaleza y serenidad, apoyada en la creencia de que somos luz y alma. Su mensaje final es una invitación a tener fe y constancia, asegurando que el cambio de conciencia es la llave para una vida feliz y sana.
Sanar el cuerpo a través de la mente es como cuidar un jardín; Lydia comprendió que, para evitar que las malezas de la enfermedad prosperen, primero debía nutrir la tierra de su alma con semillas de paz y perdón.