«Quiero resultados rápidos.»

Quiero resultados rápidos

Cuando tenemos problemas personales, cuando sentimos que nuestra vida no tiene un rumbo, pensamos «No puedo con mis emociones», «no puedo con mis relaciones», «no tengo suficiente dinero», «no sé cómo obtener más y mejores ingresos».

Podemos estar pasando por una de estas situaciones o todas y pensamos que es obvio que algo está mal en nuestras vidas.

En ese momento es cuando necesitamos reflexionar y crear nuevos hábitos, nuevos valores. Debemos crear algo que desencadene en nuestra vida resultados positivos y maravillosos. Creo que esa es la oportunidad y el momento que tenemos, en el que debemos trabajar. Sin embargo, una vez que empezamos nos inunda la impaciencia y todos queremos resultados rápidos e inmediatos. No debemos pelearnos entre nosotros y con nosotros mismos todo el tiempo, tomar pastillas para sentirnos mejor, ser dependientes de algo adictivo porque nos permite bloquear u ocultar aquellas emociones que no podemos controlar. El dejarlo nos ayuda, pero esta mejoría es por una corta cantidad de tiempo.

Si eres de las personas que se deprimen y te quedas estancado, observa y analiza a las personas que tienen completa salud tanto física como emocionalmente. Eso viene de su estado mental. Sólo quieren ser mejores y vivir una vida más rica en el sentido de la experiencia personal.

Podemos pensar lo que queremos en la vida, crear hábitos, hasta sentir esos efectos dentro de esa conexión de la mente y el cuerpo. Hay muchas personas que quieren conocer cómo funciona su cuerpo, y es ahí donde entra la meditación y la respiración. No es algo simple, no hay forma de que sea algo simple. No hay una solución rápida y toma trabajo. ¡No te voy a mentir!, requiere de mucho trabajo y repetición. Aquí no hay atajos, pero se trata de un cambio radical que te puede pasar en algunos meses o años.

Creo que las personas que van al gimnasio no pretenden dejar de ir, que las personas con una dieta no pretenden dejarla. Creo en que todas las personas que practicamos estos rituales, terapias o hábitos, nos hacen sentir mejor y nos volvemos adictos a ellos porque son constructivos y no tienen que ver con fármacos.

Cuando haces ejercicio, es una ducha de energía para tu cuerpo. Tu cerebro dice que se siente bien y que esto le gusta, creando la creencia de me siento bien al hacer ejercicio, al meditar, al aplicar la técnica de respiración, de afirmaciones, ¡y muchos otros! Todo estos son factores de crecimiento y tu cerebro se inunda de crecimiento. El cerebro te indica que hay un mejor equilibrio electroquímico.

Yo estoy convencida que hay un complejo ecosistema, donde siempre busco las oportunidades de cómo mejorar mi mente y mi cuerpo. Sé que todas las personas pueden mejorar sus vidas cambiando lo que les parece definido. Es algo muy poderoso. Podemos hacer de esto algo maravilloso.

Viene una siguiente generación y es algo que debemos enseñar y perpetuar. No dejarlo en nosotros, en una sola persona.

Es tan importante cambiar algunos hábitos. Por ejemplo, el más común, es no ver el teléfono de forma constante y firmemente. Trata de trazar una ruta, mirar hacia arriba y ver dónde puedes llegar. Estos hábitos pueden ayudarnos, especialmente cuando ya no somos tan jóvenes.

Son prácticas que podemos hacer durante el día. El entrenamiento cerebral no tiene que ser un extraño juego que no sea intuitivo,sólo es un hábito que va un paso más allá que te permitirá sentirte más cómodo contigo mismo. Si te preguntas «¿qué estoy haciendo aquí?», entonces tienes que ir al siguiente nivel para sentirte que eres bueno en esto. Si sabes en qué nivel estas, entonces sabes que debes entrenarte y desafiarte a ti mismo.

Te animo a establecer tus propios límites, creando tu propio lenguaje y regulación tu mente.

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